RELOJ POMARES
Arturo Pomar desde muy pequeño demostró condiciones innatas
para el ajedrez, era un superdotado que a los tres años ya imploraba a sus
padres que le enseñasen a jugar; a los cinco empezó a hacerlo con soltura y a
los 11 se destacaba como subcampeón provincial. El gran maestro soviético
Aleksandr Kótov comentó de él en una ocasión que si hubiera nacido en la Unión
Soviética, habría sido un serio aspirante al título mundial. Pomar poseía
facultades para haber estado en lo más alto del ajedrez, pero la España de
posguerra no era un escenario adecuado para su preparación. Antes, al
contrario, sus cualidades fueron aprovechadas por el régimen para exhibirlo
como muestra de una pretendida inteligencia superior española para este juego.
Bien es verdad que la presencia del niño prodigio en reportajes del NO-DO y en
periódicos y revistas elevó el interés por el ajedrez en España como nunca
ningún otro jugador lo había logrado antes.
Nacido el 1 de septiembre de 1931 en Palma de Mallorca,
emigró a Madrid en 1944 donde estudió en el colegio de Areneros, regentado por
los jesuitas. Con 12 años, Pomar se hizo célebre al hacer tablas en el Torneo
Internacional de Gijón con el campeón del mundo Alexander Alekhine, quien alabó
su forma de juego diciendo: «Pomar tiene unas dotes excepcionales de intuición
para llegar a ser un gran jugador de ajedrez». En enero de 1946, Arturo Pomar
viajó a Londres para participar en el torneo internacional organizado por el
Sunday Chronicle, y el 9 de julio del mismo año logró en Santander el primero
de sus siete títulos de campeón nacional, con 11 puntos, medio más que Medina,
su más directo rival en aquellos años; conquistó los otros en 1950, 1957, 1958,
1959, 1962 y 1966.
Fue recibido por el generalísimo Francisco Franco y apareció
como héroe nacional en el noticiario cinematográfico. Pero pasado su momento de
gloria, las autoridades se olvidaron de él. Maestro internacional en 1950, la
necesidad le llevó en 1952 a dejar en segundo plano la competición, mal pagada,
para centrarse en las exhibiciones, que resultaban algo más lucrativas. Comenzó
una extenuante gira por toda América -de Argentina a Canadá- que se prolongó
casi tres años, llegando a hacer varias giras simultáneamente. En 1962 alcanzó
la categoría de gran maestro, la más alta que concede la Federación
Internacional. En ese mismo año, fue capaz de hacer tablas con Bobby Fischer en
el Torneo Interzonal de Estocolmo.
Obtuvo una plaza de funcionario de Correos en Ciempozuelos,
pero tenía que pedir excedencias sin sueldo para asistir a los torneos
internacionales, a los que marchaba sin ayuda económica ni técnica. Por todo
ello, nunca entrenó lo suficiente. Su mejor clasificación data de 1967, cuando
apareció en la lista de la FIDE en el puesto 40 del mundo con 2530 puntos ELO.
Disputó 12 Olimpiadas entre 1958 y 1980 y en la mayoría de los casos encabezó
el equipo español. Sus mejores clasificaciones individuales en esta competición
las logró en Leipzig 1960, en la que fue tercero, y dos años después noveno en
Varna.
Se retiró de la competición en 1977. En abril de 2000, Pomar
donó sus trofeos al Museo del Deporte de Mallorca. En 2001 enviudó de Carmen
Pérez, con la que se había casado en 1958 y de la que tuvo siete hijos, y en
octubre de 2004 recibió en Calviá (Mallorca) la medalla de oro del comité
organizador de la Olimpiada de Ajedrez.
Después de una vida dedicada al estudio y desarrollo del
ajedrez, Pomar falleció el 26 de mayo de 2016 en Barcelona, a los 84 años.
Sobre su vida apareció en 2009 el libro Arturo Pomar: una vida dedicada al
ajedrez, escrito por Antonio López Manzano y Joan Segura Vila.
https://es.wikipedia.org/wiki/Arturo_Pomar_(ajedrecista)
Este reloj está representado publicitariamente en la última imagen.
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